En el podcast Canon Puncture. Paul Czege habla del Ashcan Front.
CPman: La verdad es que algo que aprendí con el AF del año pasado, es algo que vos me dijiste. Es que no importa cuánto me atraiga un ashcan, si no estoy preparado para jugarlo y ponerme en contacto con el diseñador, mejor no comprarlo.
Paul Czege: Emmm… ummm… bueno, esteeee, la verdad es que mucho del feedback que recibieron los autores el año pasado fue de personas que luego de una leída, sin jugar al juego, pudieron identificar problemas que tenía el texto (Nota de Dogui: ¿Y esto es positivo cómo?). Entonces la verdad es que si tenés ganas de comprar un ashcan, yo no soy nadie para disuadirte. **Además Julia Ellingboe está haciendo no sé qué taradez a mano, en papel, para su ashcan y no sé quién otro está haciendo portadas de metal para su libraco. Básicamente estamos vendiendo juegos incompletos, ¡pero hermosos!
Ok, lo que hay después de los asteriscos (**) es una deformación mía, pero dijo algo similar.
Yanquis. Producto. Vender. La única cultura que idealiza el billete de su moneda. Es un atributo de la cultura, y yo no soy quien para minimizarla.
Pero parece que alguien se dio cuenta de la verdadera razón para llevar un ashcan a la Gen Con. Especialmente si podés laburarlo artesanalmente un poco, y luego jamás tener que terminar el estúpido juego.
Fallé mi lugar de nacimiento. Con todas las ideas a medio cocinar que tengo, tiraría la paciencia que estoy construyendo y me haría millonario de esa manera.
Mi vieja es muy buena con las manualidades. Yo heredé algo, no tengo la mano pero si la imaginación. Así que entre los dos desvalijamos las GenCon.
Escucho a los inversionistas.
Es como si en vez de que me pagarán por hacer una corrección de estilo, yo tuviera que pagar por el honor de hacerlo.
A mí el rollo de los ashcans siempre me ha olido muy mal.
Es muy bonito eso de crear una industria y sacar dinero, a mí no me parece mal que nadie quiera obtener rentabilidad de su trabajo pero si quieres cobrar dinero como un profesional tiene que actuar como tal. Las pruebas previas es una parte importante del desarrollo de un producto comercial y se debería pagar por el, no cobrar al usuario por ello (aunque el pago sea simplemente darte a probar una versión “Beta”).
Vender un producto inacabado y justificarlo dandole un nombre “chulo” es una canallada.