Ayer pude dirigir Agon. La cita fue en el mismo club de rol donde armamos personajes para BW el domingo pasado. Sí, rol dos semanas seguidas. Ni yo lo puedo creer.
Lo que hice fue bajar una de las dos aventuras creadas por Ben Robbins de Lame Mage Productions, específicamente la Temple of Hera. Le di una leída y vi que tenía potencial para resolverse en una sola sesión. Además que me sacaba de encima el trabajo de la preparación para poder dedicarme a las reglas. Y ese fue uno de los problemas que veo hubo en la sesión.
Los jugadores eran Henry, Metalgryphon y la novia de él que tristemente no recuerdo el nombre ahora. Lo bueno es que no había novatos en la mesa. La chica no había jugado mucho rol por lo que pude entender, pero lo que había jugado con el novio al parecer le simplificó la vida y pude mantener una sola línea de “enseñanza” en cuanto al juego, para los 3 jugadores.
Para no perder tiempo y que todo sea inmediato llevé tres personajes creados, bastante distintos entre ellos para poder usar varias reglas y mostrar cómo funciona, y hasta les puse nombres. Irónicamente cuando cada uno tuvo su personaje (al azar) quedó el personaje más poderoso (al menos en cuanto al combate) en manos de la señorita. Además ella y henry decidieron que sus héroes eran en realidad heroinas.
Comenzamos el juego con dos advertencias. La primera hablaba sobre mi poco talento para dirigir rol, incluyendo mi inhabilidad para rolear en primera persona, y además el hecho de que era mi primera vez con Agon. La segunda era más seria, y tenía que ver con la competitividad del juego. Tanto mis esfuerzos para molestarlos como sus propios esfuerzos para ganar la partida.
No voy a relatar la partida en detalle porque la verdad es que los chicos se mantuvieron en la historia como había sido escrita casi sin ninguna excepción. Fui agregando elementos relacionados a los PNJs, como razones para actuar de ciertas maneras y otros detalles de color. La isla la generé simplemente en cuanto al color, ya que lo demás era parte de la aventura publicada. Si leíste la aventura te cuento que se enfrentaron a las serpientes de la bruja (minions), luego lograron seducirla a ella y obtener el cuerno de Telepones sin combatir, y por último lograron emboscar y eliminar a todos los sátiros (minions de Bacanal).
Como se puede ver, los dos combates que hubo fueron contra minions, y fueron bastante largos. El último combate fueron dos diferentes, uno con Metalgriphon y otro con Henry y la chica en un bando. En un momento los combates se fusionaron y lograron completar el pedido de Hera, pero no sin varias heridas y haciendo uso de sus reservas de Favor Divino al máximo.
Metalgryphon estaba extrañamente en onda con la aventura. A veces hacía chistes relacionados a futuros eventos y la mayoría de las veces estaban bien encaminados, como la idea de seducir a la solitaria bruja, o su presunción de orgía y alcohol en el templo de Hera cuando aun no había información suficiente para saber lo que pasaba. Parece que la Grecia clásica se le da bien.
En cuanto a las reglas, estuve algo flojo en la narración. Estaba demasiado concentrado en enseñar las reglas gradualmente, y en meter todos los detalles posibles para que puedan experimentar al menos un poco el juego táctico que brinda Agon. No tenía sentido terminar la sesión sin mostrar esas características básicas del juego. Por eso es que creo que los combates fueron algo sosos, aunque los chicos se divirtieron mucho. Yo creo que solo es cuestión de práctica, y que la 3ra sesión (si se llega a eso) va a ser aun más divertida de lo que me imaginé que Agon sería.
De hecho, fue extremadamente divertido, a pesar de los pequeños problemas (olvidarnos de modificadores, jugar todo el primer combate con el posicionamiento mal, etc) No hay duda de que es un sistema muy divertido y que agregándole el clima correcto (cosa que me costó hacer un poco ayer) puede ser algo extraordinario.
Como estaba previsto, la aventura comenzó y terminó en una sola sesión, dejándonos un tiempo para charlar sobre el juego y otros temas mientras cerca algunos chicos jugaban el wargames del Señor de los Anillos con figuras sin pintar (como es usual en Buenos Aires).
Sinceramente no hay un análisis extraño ni del juego ni del aspecto social de la partida. El juego es más sólido que un yunque, es simple pero profundo, y los chicos entendieron la temática inmediatamente. Aunque el único que compitió fríamente fue Metalgryphon y recién al finalizar la partida. No es casualidad que haya sido quien más gloria obtuvo y más avances, declarándose ganador de la partida.
Esto no va a quedar así! Metal solo tuvo suerte porque a mi me toco la curandera arquera, que todo el mundo sabe es la clase de personaje que nunca se queda con la gloria. Para la próxima voy a armar un Ajax hecho y derecho…
Me gusto mucho el aspecto competitivo, no tanto el que hay entre jugadores (que es mas o menos la misma sana competencia y lucha por el liderazgo que hay en cualquier partida de D&D) pero si la que hay entre el master y los jugadores. La aventura pudo haber sido mucho mas dificil de lo que fue, ¿Como puede ser que hayas terminado con tu pool completa?
Porque puse la cantidad de presión necesaria como para hacerlos fallar en varios conflictos, recuperando de esa manera todo el presupuesto invertido.
En Agon la competencia es entre los jugadores. Un buen DJ les complica la existencia usando la mínima cantidad posible de Strife.
Eso si, cuando ustedes como jugadores se vuelvan experimentados, voy a tener que usar más y más dificultad para hacerles sentir el rigor de los dioses.