Estoy leyendo los Cuentos Inconclusos de Tolkien y me he vuelto a maravillar con la Tierra Media. Hace rato que estoy alejado de ella, creo que por la sobreexposición de las películas (que me encantan). No creo que sea casualidad que en un mes sale el juego de miniaturas que estuve esperando desde que salió esa primera caja de Fellowship of the Ring de Games Workshop. War of the Ring parece ser un verdadero sistema de batallas grandes para representar los conflictos de la Tierra Media.
Siempre me gustó más la historia antigua, y sin duda que El Silmarillion es mi libro preferido de Tolkien. Sucede que es difícil recomendarlo. Hay una lectura previa que es necesaria antes de poder disfrutarlo. Sin embargo nunca me interesó toda la exploración de su hijo de manuscritos perdidos, variaciones de las historias contadas y esa parafernalia. La Historia de la Tierra Media es una serie de libros que me daba pesadillas cuando un amigo, muy fanático, me comentaba de qué se trataban. Sin embargo eso parece haber cambiado.
Agarré uno de los libros que compré por inercia en algún momento, hace años. De hecho la versión en castellano es de 3 pequeños libros, los Cuentos Inconclusos. Y me encuentro maravillado por esas historias a medio contar, llenas de notas al pie con referencias muy acertadas de Christopher Tolkien. Disfruto cuando este relaciona eventos o frases o lugares con otras partes de la obra de su padre como referencia, pero también disfruto estas aclaraciones de caminos que la historia siguió en algún manuscrito anterior, o en notas garabateadas.
Para mi la Tierra Media es eso. Es un espejismo, borroso, magnificado por la distancia, contado por cientos de generaciones y anotado por un gran traductor. No me interesa saber la cantidad de pétalos de una symbelmyne, o la ubicación exacta de una bahía. Mucho menos la geología o la precisa cuenta de los años. Me gusta mucho cuando un mismo suceso se cuenta de dos formas diferentes, o cuando un gran rey estuvo y no estuvo en un lugar en un momento. Eso le suma verosimilitud a la Tierra Media. Quiero una Tierra Media sin tablas ni cronologías exactas ni enciclopedias acaparadoras.
Coincido en el gusto, y es algo que he descubierto hace poco, al ponerme a leer la biografía de Tolkien y diversos análisis de su obra (algunos interesantes y acertados, otros alguno de los dos, otros ninguno).
Justamente la cuestión de las diversas versiones, algunas muy largas y extremadamente detalladas, otras con agujeros, otras más cortas y terminadas, es algo que me ha gustado mucho, porque parecen realmente la mitología de un mundo desaparecido; como en la historia “real”, hay muchas versiones.
Algún día tendré tiempo de leerlas a todas, porque para eso compré los libros. Por ahora descanso un poco de Tolkien, pero supongo que volveré con algunas de sus cosas menos conocidas más adelante.